Cada día que pasa queda mas claro que vivimos en un mundo donde, solo quedan dos Dioses que imperan por encima de todo, dinero y poder. Su filosofía…la mentira.
Y en ese mundo, gentuza como yo, vienen a contarte historias de locos, de esas que te roban cinco minutos pero que lo mismo, hasta te hacen sonreír mas que tu nomina, todo es cuestión de principios.
Para contaros esta historia nos tenemos que situar en el año 1983, septiembre. En aquel momento, el mundo estaba envuelto en una guerra fría entre Unión Soviética y EEUU. Yo era un pequeño mocoso y poco recuerdo de aquello, solo algo asi como que estaba a punto de estallar una guerra nuclear jamás antes conocida. El problema que tenían rusos y yankis, ni lo supe ni lo termino de saber. A todas horas, en las noticias se hablaba de la crisis mundial. Como no es mi intencion aburrir, lo dejamos en un resumen de esos de pincho de tortilla y caña. Que seria algo asi.
“Reegan se gasta 3000 millones en armamento Nuclear, Gorbachov no. Los rusos están jodidos porque gastan mucho en calefacción y no tienen posibilidad de mantener su armamento nuclear. Entonces EEUU cree que es el momento idóneo de mostrar al mundo quien manda porque desde finales de la segunda guerra mundial, se plantea quien tiene la supremacía mundial. El mundo esta tenso. Lo de siempre, China asusta, Cuba da por culo, Italia gana mundiales y España sigue viviendo en un bar entre vinos y olivitas”. Otra caña por favor.
Y ahora si, hablaré de quien si me apetece hablar, el pequeño Stanislav.
El 26 de Septiembre de 1983, pudo ser un día clave en el devenir de la historia.
Stanislav Petrov, nació en 1939. Era teniente coronel del ejercito soviético durante la guerra fria. Posiblemente muy poca gente conozca a este hombre, pero se puede decir que tal vez este hombrecito, de pequeña estatura, salvó al mundo de una guerra nuclear.
Aquella mañana de septiembre, se produjo lo que mas tarde se conocería como el incidente del Equinoccio de Otoño, incidente que colocaría al mundo a escasos segundos de una Guerra termonuclear total.
A las 0:14 minutos de la madrugada de aquel frío martes, un satélite soviético dio la alarma, un misil balistico americano había sido lanzado desde la base de Malmstrom, en Montana. En veinte minutos alcanzaría territorio soviético. No había duda, era un ataque.
Stanislav Petrov estaba al cargo del bunker Serpukhov-15, que era el centro de mando de la inteligencia militar sovietica, y desde donde se coordinaba la defensa aeroespacial rusa. Su mision era clara y concisa, verificar y alertar de cualquier ataque a sus superiores, con lo que se iniciaria el proceso para contraatacar con armamento nuclear el ataque americano.
Los radares eran claros, el misil se dirigia a territorio sovietico. En un principio, Petrov pensó que debería tratarse de un error (¿un satelite que se equivoca?). El teniente ruso no le encontraba ningún sentido a un ataque americano con un unico misil. Pocos minutos despues, los ordenadores del bunker detectaban cinco misiles mas en direccion a Rusia.
Stanislav Petrov seguia convencido de que los ordenadores podian equivocarse y seguia pensando que, porqué les iban a atacar con cinco misiles, si los americanos tenian miles. Entonces decidió no cumplir sus ordenes y no alertar a ningun mando superior y esperar. Una llamada habria supuesto un rapido contraataque ruso.
Decidio esperar. Y ahora es cuando yo me acuerdo de Shiddartha y su filosofía: “solo se ayunar, esperar y pensar”
Al poco tiempo (esos minutos que parecen horas), los ordenadores soviéticos empezaron a dar extraños errores, que daban la razon a Petrov, y todo parecía que se trataba de una falsa alarma. No existía tal ataque. El motivo, ironías de la historia. Ese fue el motivo, otra ironia de la historia.
El error, una extraña conjunción entre satélites rusos, tierra y sol. Coincidiendo con el equinoccio de otoño, el sol se eleva sobre el horizonte en un ángulo tal que coincidía con el área tangencial de cobertura de todos los satélites rusos que vigilaban los campos misilísticos norteamericanos. (te explico, esto es, algo así como cuando tienes el sol de frente cuando vas en el coche por la carretera de Valencia, no ves nada, o mejor dicho, ves puntitos negros….pues aquí en vez de puntitos, el satélite, veía nada mas y nada menos que misiles cargados de plutonio)
Este hecho produjo en los sensores, señales térmicas espuricas, ¿Qué es esto? es una relación matemática en la cual dos acontecimientos (vease misiles que no se estan lanzando) no tienen conexión lógica, aunque se puede implicar que la tienen debido a un tercer factor no considerado aún (llamado "factor de confusión") es decir….el puto sol!!. La relación espuria da la impresión de la existencia de un vínculo apreciable entre dos grupos que es inválido cuando se examina objetivamente. Prometo que he intentado explicarme claro.
La noche pasó y mientras medio mundo dormia, el mundo se tambaleaba. Y llegó la calma. Pasaron los dias. Cuando preguntaron a Stanislav por qué no habia dado la voz de alerta a sus superiores, entonces dejó atrás al coronel y apareció el ser humano. Stanislav se limitó, humilde, a decir:
“la gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles”.
La respuesta y actitud de Stanislav, no gustó mucho a los altos cargos soviéticos y consideraron que el teniente Petrov se equivocó en sus decisiones, por lo que le castigaron y ocultaron el incidente. Hoy en día, Stanislav Petrov vive solo, con una pequeña pensión en un pequeño apartamento en friasino, a las afueras de Moscú.
Este señor nunca sabrá que aquí, lejos, he perdido y he robado tiempo en hablar de el. Pero creo que tal vez si se lo merece. Dinero y poder, dinero y poder…pues a mi me gusta mas su perro.
Hablando de gustar. Kalinka! Que es una de las canciones que mas me motiva. Y que lejos de ser un grito de guerra, habla del kalinka, un arbol tipico ruso…pero eso ya es otra historia.
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